Una vez que te registras, tus datos quedan ingresados en la Base Mundial de Donantes hasta que cumplas 61 años. Durante todo ese tiempo, podrías llegar a ser compatible con algún paciente en cualquier parte del mundo.
Si no te llamamos para donar, no te desanimes. Eso solo significa que, por ahora, nadie con tu tipo de compatibilidad lo ha necesitado o que tu “gemelo genético” está sano. Y eso, en sí mismo, también es una buena noticia. Estar registrado ya es un gran acto de solidaridad: significa que estás disponible si alguien te necesita, y eso por sí solo ya ayuda a ampliar las posibilidades de que más pacientes encuentren a su donante compatible.